Antes de empezar, he de decir que
hace ya un tiempo que me leí este comic de Neil Gaiman, de hecho, recuerdo
estar leyéndolo el día de nochebuena. Quería haber hecho una reseña antes, sin
embargo, no he encontrado tiempo hasta ahora y espero que eso no merme mi
crítica ni mis recuerdos sobre esta curiosa historieta. De todos modos, os
recomiendo a todos aquellos que os dediques a hacer críticas sobre libros que escribías
dicha opinión lo antes posible, ya que es cuando la historia está más fresca y
más impregnada en nuestro interior. Es justo al finalizar una obra cuando su
efecto sobre nosotros está más puro y latente, cuando su recuerdo es
completamente fiel. Con esto no quiero decir que la influencia de buenos libros
desaparezca con el tiempo, pero si merma la pasión con la que los leímos, y a mí
me gusta escribir mis opiniones cuando estoy fascinada, abrumada y loca de
emoción por aquello que leo. Esto se contradice completamente (y soy consciente
de ello) con el consejo cultural que todos conocemos de que es mejor pensar las
cosas en frío. Sin embargo, lo pasional es más interesante, y es un atisbo que
dura un tiempo limitado para luego desaparecer. Yo prefiero capturar esos
pequeños momentos y guardarlos aquí en mi humilde blog. No quiero nada objetivo
y racional, quiero a gente dejándose llevar por los sentimientos que le produce
lo que lee…
Una vez dicho esto, me centraré
en ir al grano. Llevaba tiempo queriendo leerme este comic, pero nunca quise
comprármelo y tampoco encontraba el momento de ir a la Biblioteca. Al final, un
día acabé yendo y por supuesto lo alquilé. La única referencia que tengo sobre
este autor es Sandman. Me había leído algunos comic sobre esta serie de
historietas pero no todos y aunque sabía cuál era el estilo de este autor nunca
me había dado por leer nada más, sinceramente. Sin embargo, Coraline siempre me
llamo la atención por un factor: los botones por ojos que muestra en el comic. Eso
era lo único que conocía del comic y me dejaba fascinada…me gustan todas estas
cosas tan raras y retorcidas.
El comic no es muy gordo, la
verdad es que te lo acabas en un par de días y no se hace pesado en ningún
momento porque la historia es realmente original. Tampoco hay muchos spoilers
que os pueda contar sobre la trama, excepto su final, claro está, ya que todo
se desarrolla de una forma situacional y con pocos giros bruscos de
acontecimientos. Todo lo que os podría revelar son factores de diseño de los
personajes y ambientes, pero espero que no os moleste que os desvele un poco de
ambas cosas.
La trama es fácil de resumir, Coraline
es una niña con un nombre poco común que se acaba de mudar a un gran caserón
compartido por otros inquilinos. Todos los
vecinos confunden su nombre con Caroline y eso le molesta a más no poder. Sus
padres son unas personas muy ocupadas y Coraline pasa bastante tiempo sintiéndose
irremediablemente aburrida. Un día, decide salir a investigar la casa y descubre
en su propio piso una puerta que está sellada con ladrillo, por lo que no tiene
ninguna utilidad. Sin embargo, la puerta que parecía sellada llegado el momento
se abre y conduce a la muchachilla hacia
un mundo paralelo más divertido donde todo parece exactamente igual pero no lo
es completamente. Allí conocerá a su otra madre, su otro padre y su otra casa. Otro
mundo que por supuesto la estaba esperando desde hacía mucho tiempo.
Las diferencias entre un mundo y
el otro son enormes, para no desvelarlas todas os contaré un par de ejemplos: las
personas poseen botones en vez de ojos, sus manos son como garras con largas
uñas, los animales hablan… He de decir que es un comic muy rico en inventiva y
con un toque aterrador, como bien suele caracterizar a Neil Gaiman. La propia
historia mezcla lo infantil y lo trágico de una manera muy sabia, y eso, desde
mi punto de vista, le da un toque muy caracterizador. Si analizamos bien el trasfondo
de la historia y lo que realmente está ocurriendo, nos damos cuenta de que es
una situación terrorífica llevada de una manera muy elegante y adaptada a todos
los públicos.
Lo más destacable para mí, fue
una frase que dice Corlaine casi al finalizar el comic, cuando la trama da el
giro que conducirá al desenlace. Es un juicio muy sabio que precisamente en
esta época se está olvidando de manera alarmante y todos deberíamos recordar. Cómo
no me quiero ir sin decirlo quedáis avisados, ¡SPOLIER!:
“¿No lo comprendes
verdad?
No quiero todo lo que
quiero.
Nadie lo quiere, en verdad.
No de verdad.
¿Qué tendría de
divertido tener todo lo que quiero? Así, simplemente, ya no significaría
nada."
FIN SPOILER.
Para mí fue un libro que si bien
no me dejo después, la huella tan profunda como me han dejado otros, disfruté
mucho con su lectura. Os lo recomiendo si deseáis leer algo diferente, ameno
y de poco volumen, la historia atrapa y
os aseguro que no raya para nada lo común.
Por último comentaros que salió
en 2009 la adaptación cinematográfica. La vi precisamente el día de Nochebuena
del ya pasado 2012 y sinceramente, reduce a un nivel infantil un comic que no
se puede etiquetar en esa categoría. Coraline no es un comic puramente
infantil, aunque parezca destinado a ese público. Es de ese tipo de relatos
adornados de infancia pero destinado en su contenido subliminal al público adulto.
Qué deciros además de todo lo que
se han sacado de la manga, como en la mayoría de adaptaciones. Nunca entenderé
porque no realizan las cosas tal y como fueron creadas. Entre los desastres, puedo
nombrar a una Coraline que pasa de ser una preadolescente de melena rubia a una
criaja de pelo morado:
Por otro lado, se sacan a una
casera que no existe y al nieto de ésta, que tampoco existe y que sin embargo
en la película adquiere un papel principal:
Pero estas, son solo dos de las muchas
diferencias que deberían convertir el cómic en vuestra primera elección. Dejad
la película para una tarde de domingo en que se os antoje ver colores vivos y
una animación bastante currada.
Artax
Pues que mala suerte, yo el comic no lo he leído, pero sí he visto la peli, que me pareció chula muy bien animada y con unos personajes extravagantes que me gustaron mucho. Pero claro, ahora que hablas del cómic y de que es tan diferente si queremos la esencia del Gaiman que me enamoró en El libro del cementerio habrá que leerlo, de momento no he leído nada más aunque he visto las películas de Stardust basada en uno de sus libros y Beowulf con guion suyo y que me parecieron estupendas las dos.Uff tanta lista de libros pendientes me está matando!
ResponderEliminarHola Artax!!
ResponderEliminarHe estado muy ocupada con cosas de clase estos días, pero vuelvo que me has dejado muchos deberes!!Aunque no te contesté al momento, esta entrada la leí hace bastante, y pensé ¡Qué mala memoria tengo, si ni me acuerdo de la peli! Así que la ví otra vez. La verdad es que aunque la idea de coserse botones en los ojos de miedo hasta en la peli, me creo que la hayan "infantilizado" mucho, porque no hay más que ver los dibujos del cómic, ¡Son terroríficos!y representan a personas reales, como tú dices, una nia con melena rubia y una pdre y una madre de lo más comunes también, nada que ver con la película de animación, que físicamente los transforma en personajes para niños. La verdad es que la película a mí me gusta mucho, la animación creo que está muy bien, y me encanta el principio sobre todo, en la que se ven las manos de la "otra madre"zurciendo el muñeco de Coraline. Me preguntaste qué tal el blog con el profe y muy bien,a la verdad es que le gustó todo bastante. Y tienes razón, el botón responder es una porquería, sobre todo porque si yo te contesto a tí en mi blog me a visame a mi de que he escrito en mi blog! que eso ya lo se hombre!jajaja