¡Buenos días a todos!
Ya estaba ansiosa por poderos
hablar de esta maravillosa historia de la que os había hecho una breve mención
en una de mis entradas anteriores. Como bien os dije, este libro fue un regalo
de reyes, pero la historia viene de muy lejos para mí, digamos que es una
antigua conocida a la que le tengo mucho cariño.
El primer contacto que tuve con
la historia de Roald Dahl fue cuando yo tenía muy pocos años; De hecho, no
recuerdo haber un momento en que la conociera por primera vez, sino que
simplemente siempre ha estado ahí. Ese primer roce fue a través de la pantalla
de mi televisor, con Anjelica Huston haciendo un papel de mala malísima de la
muerte y un careto impresionantemente feo y desagradable. De alguna manera
morbosamente perturbadora me fascinaba. Recuerdo devorar la película una y otra
vez, aprenderme cada diálogo y volverme inquietantemente paranoica con todas
las mujeres que llevasen guantes o tuviesen zapatos que en vez de acabar en
punta terminaran en cuadrado, ¡incluso sospeché de mi propia madre!, pobre. Qué
tiempos aquellos en los que me paraba a analizar cualquier cuadro al óleo para
ver si los personajes pintados cambiaban de posición o envejecían dentro del
cuadro. Una época llena de magia.
Aquella película se llamaba en
español “La maldición de las Brujas” aunque su verdadero nombre era “The Witches”
y estaba protagonizada por la ya mencionada Anjelica Huston, Mai Zetterling, Jasen
Fisher y Rowan Atkinson. Salió en 1990,
el año en que yo nací, y cuando yo la disfrutaba ignoraba que estaba basada en
un libro y que su autor era también el creador de otras grandes historias como Charlie
y la Fábrica de chocolate, Matilda, Los Gremlins o James y el
melocotón gigante. Si soy honesta, me enteré de todo esto hace poco tiempo, tan
poco como que fue justo cuando abrí el regalo el seis de enero y vi que era el susodicho
libro (¡ignorante de mí!). Me lo leí en dos días, puesto que es bastante cortito
y tiene muchas ilustraciones ( realizadas por Quentin
Blake, ilustrador de todos los cuentos de Roald Dahl) , pero me lo leería una
segunda vez y una tercera…Es un libro magnífico.
Lo primero que debo destacar es
su carácter inusual, si tenemos en cuenta que estamos hablando de un libro para
niños. No nos a de extrañar con una abuela que fuma puros e invita a dar un par
de caladas a su nieto, o unas brujas que son siempre mujeres y que encima son
siempre calvas (algo que causo mucha controversia en el momento) o de su final,
que no es precisamente feliz (y ya se sabe que a la gente no le gustan los
finales tristes, y menos para sus “adorables angelitos” a los que se ha de
proteger siempre hasta hacerlos prácticamente tontitos).
Conociendo la trayectoria del
autor no hemos de sorprendernos. Esto es lo que se dice de él tras su muerte:
“
Era un espécimen de casi dos metros de altura y aspecto desaliñado que escribía
en una pequeña choza (“la cabaña de escribir”), sentado en un sillón con una
tabla apoyada en los reposabrazos”.
“Fue
un filántropo tendente a la crueldad, un cascarrabias admirador del universo
infantil, un tierno cínico, un antisemita con amigos judíos. Era maleducado y
cautivador, un hombre de familia aficionado a la infidelidad…”
Él mismo declaró al escribir este
libro que no le importaba lo que la gente pensara, y me alegro, porque si no
este libro hubiera sido completamente distinto y seguramente no lo hubiera
apreciado tanto.
Esta originalidad, aunque es la
principal característica del libro, no es ni mucho menos la más importante. A
mi parecer, la historia que se inventó este hombre brilla por su aparente
sencillez. Una abuela y su nieto que viven juntos tras una tragedia familiar
dedican su tiempo libre a charlar sobre las brujas y las formas existentes de
reconocerlas. El niño no se lo cree, por supuesto, pero a fuerza de experiencia
va dándose cuenta de la que las historias de su abuela son más que cuentos. En
un viaje a Inglaterra, tendrán la garrafal suerte de encontrarse con el congreso
anual de las brujas, que se reúnen con la mandamás para maquinar nuevas formas crueles
y descaradas de matar a todos los niños del
país. Es así como la abuela y el niño se verán obligados a vivir una aventura
que los llevará hasta el final de sus días.
Es una historia interesante y
viva disfrazada de cuento de hadas terrorífico. Las ilustraciones dan un toque
mágico y realista a pesar de su sencillez. Te ayudan a imaginarte completamente
lo que te está describiendo la historia. Es uno de sus puntazos.
Lo que hace especial este libro
para mí es su inventiva. La forma en que las brujas se deshacen de los niños es
cautivadora, y sobra decir (porque seguro que lo habéis deducido) que mi desaparición
favorita es la de la pobre niña noruega que se queda atrapada en un cuadro al
óleo de su padre. Sólo se la percibe como una figura pintada que cambia aleatoriamente
de lugar sin ser vista. Con el paso del tiempo se la puede ver transformarse de
niña a mujer hasta que un día desaparece del cuadro, dando a entender que muere
de vieja.
Es simplemente brillante, ¿no os parece? El libro rebosa de estas genialidades:
las formas de reconocer a una bruja (¡¡magníficas!!), la recta del ratonizador de
efecto retardado (muy original con el catalejo del revés y el reloj asado en el
horno…). Para mí, eso es lo que hace esta
historia mágica y única.
Por último sólo quiero decirlos
algo de lo que me alegro, porque no suele ser costumbre. La película está notablemente
adaptada. Los diálogos son los mismos que los del libro, las historias están
fielmente reflejadas, no se inventan nada extra que no se haya inventado el autor
y todo sucede con la misma sucesión de hechos que sigue la historia. Son pocas y tontas las diferencias que existen entren la película y el libro, pero una es bastante gorda:
- El libro describe muchas más formas que la
película de hacer desaparecer a los niños. La película sólo refleja, sino me
equivoco, a la niña noruega del cuadro mientras que el libro menciona un niño
convertido en piedra y usado como perchero, una gallina que daba huevos
marrones, una marsopa…
-
En la película, la Gran Bruja reparte los frasquitos
de dosis de ratonizador a todas las brujas del congreso. Las hace ir de propio a
su habitación para repartirlas. En el libro, sólo da frasquitos a las brujas
ancianas que son demasiado mayores para elaborar la poción ellas mismas. A las
demás se les lee la receta para que sean ellas quienes la cocinen.
- En la versión cinematográfica, el ratonizador
está escondido dentro de un libro. En la novela, está debajo del colchón de la Gran Bruja, cosido al interior del somier. Además, debajo de dicho colchón hay
tres niños que han sido convertidos en ranas y que no aparecen en el film.
- En la película la Gran Bruja tiene un gato. En
la novela no.
-
Las brujas tienen la saliva azul, la única característica
que no se menciona en la pantalla.
- Por último, el final. SPOLIER GORDO En el libro, el niño es convertido en ratón y en
ratón se queda. Consiguen matar a la gran bruja y su séquito de brujas inglesas
para retornar a Noruega donde, tras conseguir la dirección de la Gran Bruja (que
causalmente vivía también en Noruega y poseía un libro con las direcciones de
todas las brujas del mundo) deciden dedicar su vida a matarlas a todas e ir a
por ellas una por una utilizando la receta del ratonizador mágico. Como a la abuela le queda poco tiempo de vida
y del mismo modo, la vida media de un ratón es corta, deciden dedicarse a aniquilarlas
con el objetivo de morir juntos. En la película, se inventan que existe una
bruja arrepentida que se convierte en una bruja buena y devuelve al niño a su
forma humana. Se quedan en Inglaterra y viven felices para siempre dándoles
igual que aún haya brujas en el mundo y que la Gran Bruja vaya a tener pronto
una sucesora. FIN SPOLIER.
Creo que mi opinión está clara: ¡ Teneís que leeroslo!. Es un libro precioso.
Artax
He vuelto!
ResponderEliminarES curioso, las imágenes de la película me suenan mucho (sobre todo la de la bruja horrorosa) pero por el argumento no me recuerda a nada... Pero creo que he tenido que verla! supongo que no me acordaré.
Por lo que cuentas debe ser una historia fantástica, tiene muy buena pinta, y está claro ue si el autor ha escrito tantos cuentos tan fantásticos que se han llevado al cine es por algo.
Las ilustraciones me han gustado muchísimo, son muy expresivas. Además, ahora que con la era digital y todo esto la gente hace unos dibujos espectaculares y preciosos, muy elaborados (que también me encantan eh?? parece que pierden valor estos tan sencillos (me parece lo mismo con los de Manolito de Emilio Urberuaga, que son estupendos). Los dibujos de este tipo son los más difíciles de lograr y los que tienen más carácter y originalidad.
Estuve buscando los cómics de los muertos vivientes en la biblioteca pero no están, así que igual me cojo este, que seguro que está y como es ara niños me lo leeré en un momentito.
Un beso!
Recuerdo la peli! Me encanta Angélica Huston y las historias de brujas, de hecho tengo una entrada de mi blog dedicada exclusivamente a las brujas, te dejo el link por si quieres leerlo y seguro que no será el último. http://elrincondeltrasto.blogspot.com.es/2012/10/aquelarre.html
ResponderEliminarRespecto a la historia viviendo de Roald Dhal no me sorprende que sea mucho más retorcido que la película, que yo hace muchísimo que vi, recuerdo brevemente lo de la niña del cuadro, lo que sí recuerdo es lo del niño-ratón y las pócimas y cómo no recordar a esa Gran bruja calva de nariz picudaen aquel salón de la convención de brujas. Me encantan los libros infantiles, por la sencillez de las tramas y porque no pierden el tiempo en descripciones kilométricas, van al grano, pero no por eso pierden emoción, más bien al contrario, la emoción está más condensada. Gracias por la recomendación me lo apunto a la lista. Yo te quiero recomendar por si no lo conoces El libro del Cementerio de Neil Gayman, es una historia dulce y fantasmagórica, de un bebé que tras la muerte de sus padres es adoptado por una pareja de fantasmas de un cementerio cercano a su casa. Delicioso y ameno.
chulisimo este libro os va a encantar madre mia es buenisimo es muy divertido teneis que leerlo
ResponderEliminarvale seguro que sera muy bueno
Eliminar¡Gracias por comentar!! ¡Es un libro precioso! Creo que es dificil que haya alguien que no sucumba a su encanto :)
EliminarMi hijo quiere el cuadro que sale en la película, donde se queda atrapada la niña, cree que vendan la litografía, o sabe como se llama el cuadro para buscarlo. Gracias.
ResponderEliminarHola Martha!... pues lo he estado buscando y no creo que lo vendan, de todos modos, para hacer el apaño puedes buscar la foto en internet ( la puedes encontrar poniendo Erica in the painting,o the witches painting ) y llevarla tu a una copisteria a imprimirla para poder ponerla en la pared de tu hijo. Espero que lo soluciones pronto,tu hijo tiene buen gusto. Un saludo y gracias por comentar!
EliminarMuchas gracias por el dato y tus palabras.
EliminarSaludos.
Muchas gracias por el dato y por tus palabras, saludos.
ResponderEliminarLeí el libro y vi la película cuando era una niña, debo de decir que para mí esta película es una de las mejores que he visto. Hay mucha gente que les gusta la película de Hocus Pocus, con Bette Midler, también me gusta, sin embargo esta es más oscura, más tetrica y sin tapujos. Como lo son la mayoría de los cuentos para niños. Me encantó la actuación de Anjelica Huston y se ve que disfrutó demasiado su interpretación de la Gran Bruja. El libro me fascina como te transmite la relación tan tierna y fuerte que tiene la abuela con su nieto, y sí, el final es triste, pero un buen final siempre lo es. Ambos, el libro como la película son espectaculares. Saludos de una admiradora de brujas.
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